Contexto Histórico
El Muro de Berlín, símbolo indiscutible de la Guerra Fría, fue construido en la madrugada del 13 de agosto de 1961 por la República Democrática Alemana (RDA), quien lo describió como una 'barrera antifascista'. Durante 28 años, el muro dividió física y política dos ideologías opuestas; Capitalismo de la República Federal Alemana (RFA) en el oeste, y el Comunismo de la RDA en el este. Esto promovió la consolidación de un mundo bifurcado que duraría hasta casi el final del siglo XX.
El Constructor del Muro
A pesar de las protestas internacionales, el muro se erigió, con el líder de la RDA, Walter Ulbricht, justificándolo como una medida para prevenir las 'actividades fascistas'. La realidad, no obstante, era que el éxodo masivo de personas desde el este al oeste estaba desgastando la economía de la RDA.
Vida Atrás del Muro
Durante su existencia, el Muro de Berlín, sofocó la libertad y destruyó vidas. Miles de familias quedaron divididas. Quienes intentaban cruzar, lo hacían bajo riesgo de ser arrestados o asesinados. Aun así, alrededor de 5000 personas lograron cruzar, utilizando todo tipo de métodos ingeniosos.
El Sorprendente Desenlace
El 9 de noviembre de 1989, el mundo se sorprendió cuando Günter Schabowski, el portavoz del Partido Comunista de la RDA, en una conferencia de prensa anunció que las restricciones a los viajes fuera del este se habían levantado. Por la confusión en su anuncio, la multitud pensó que el muro había caído y acudió en masa, obligando a los guardias de frontera a abrir las puertas y permitirles pasar.
Repercusiones Mundiales
La caída del Muro de Berlín fue no solo un hito histórico sino también el principio del fin para el poder soviético. Dos años más tarde, la Unión Soviética se disolvió oficialmente, dando fin a la Guerra Fría. La caída del muro, vista en todos los rincones del mundo, es el recordatorio vivido de que ningún régimen tiránico ni muro pueden sofocar indefinidamente el anhelo humano de libertad.